Ya luce la llama olímpica de los Juegos de invierno de Milano/Cortina d'Ampezzo 2026 cuyo encendido, por razones climatológicas, tuvo una ceremonia atípica al realizarse a cubierto en el Museo Arqueológico de Olimpia en lugar del tradicional escenario en las ruinas del templo de Hera. Dos días antes de la fecha prevista y en previsión de inclemencias meteorológicas, en el tradicional escenario se escenificó el ritual del encendido de la llama mediante el reflejo de los rayos solares en un espejo cóncavo. Prendida la llama se guardo en una linterna de seguridad a la espera de la fecha señalada en la que se completo la segunda parte del ceremonial en el magno Museo Arqueológico situado dentro del recinto histórico de Olimpia.
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| Petros Kaitatzis, medallista en remo en Paris 2024, recibe la llama para iniciar el primer relevo |
En este insigne recinto la sacerdotisa, representada por la actriz Mary Miná, ofreció el fuego sagrado al remero Petros Kaitatzis para que prendiera en su antorcha y comenzara así un largo recorrido de 63 días totalizando 12.000 kilómetros visitando las 110 provincias italianas hasta llegar el 6 de febrero al estadio de San Siro de Milán donde tendrá lugar la ceremonia inaugural de los Juegos. Durante los nueve primeros días la antorcha transitará por tierras griegas visitando sus doce principales estaciones invernales hasta llegar a Atenas, donde, en el estadio Panatinaiko, se escenificará su entrega al CONI para su traslado a Italia.
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En Mordegar se prendió la primera llama olimpica de los Juegos de Invierno* |
Una mirada hacia el pasado nos permite recordar que en ritual de la antorcha olímpica no se instauró
en los Juegos de invierno hasta su edición de 1952 en Oslo, cuyos organizadores se inspiraron en la tradición noruega de encender antorchas para alumbrar a quienes se desplazasen en esquíes durante la noche. El escenario elegido fue la localidad de Mordegal donde se halla la casa de Sondre Norheim considerado el forjador del esquí moderno.
En la edición de 1956, para celebrar la concesión a Roma de los Juegos de verano de 1960, los organizadores de Cortina Ampezzo eligieron el Templo Ara Pacis de la capital romana donde se prendió la llama de aquellos Juegos en un caldero procedente de Olimpia. En 1960 el ritual volvió circunstancialmente a Mordegal debido a la renuncia del Comité Olimpico Griego a organizarlo en Olimpia por problemas logísticos dada la inminente celebración de las elecciones generales en Grecia. No seria hasta 1964 que, por primera vez, la llama sagrada de unos Juegos de Invierno, los de Insbruck, se prendió en Olimpia de acuerdo ritual tradicional.
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